lunes, 24 de octubre de 2016

VIDEO : CICLOVIAJE CAMINO SANABRÉS DE SANTIAGO BY BIKE (Zamora-Finisterre, Ago 2016)



"Algo tiene el camino y sus flechitas amarillas que te atrapan y te hacen volver"

El camino de Santiago tiene algo que solo lo sabe aquel que alguna vez ha vivido esa experiencia.A su vez cada uno lo lleva a cabo por un motivo o por un objetivo concreto por lo que son múltiples los diversos personajes que vas encontrando a su paso.
Los hay que lo hacen como reto deportivo personal,los hay que lo hacen por una promesa en concreto,los hay que lo hacen por motivos religiosos y espirituales o los hay que lo hacen por explorar y conocer entornos distintos conociendo la cultura,la naturaleza y sus gentes y más aun haciendo deporte que es mi caso y el de las personas que cuando lo hemos hecho me han acompañado.

Recorrer el camino de Santiago es una experiencia muy gratificante tanto si se hace a pie como en bicicleta.Yo siempre prefiero hacerlo en bicicleta por la libertad que dispones sobre ella y el juego que da a la hora de visitar poblaciones emblemáticas y tener más margen de maniobra permitiéndote conocer más cosas del camino pedalada a pedalada.
Siempre soy de los que prefieren también los alojamientos genuinos,aquellos que son históricos y donde un humilde hospitalero te recibe con un caldito calentito y te cuenta mil anécdotas del lugar donde te encuentras compartiendo contigo momentos que no suelen olvidarse y es que cada momento cuenta,cada momento es único y hay que disfrutarlos al 100% por cien.




Haciendo el camino no hay prisa ni por salir ni tampoco por llegar....la fiesta es el camino en sí mismo,disfrutas de los amaneceres y llegas justo para ver los atardeceres sentarte con otros peregrinos de diversas partes del mundo que te cuentan sus experiencias y con los que compartes esos pequeños momentos que engrandecen un viaje.Porque el Camino de Santiago es un viaje si,un viaje en el tiempo por lugares bellos,lugares mágicos  y con tanta historia que a veces parece que estamos dando pedales sobre un libro de geografía e historia.Viajar permite grandes dosis de interaccioón  con el entorno y sus gentes probando y palpando lo mejor de cada sitio.

Siempre que acabo el camino (ya he hecho 3 ) me repito que volveré a hacer otro y volver a Finisterre a deleitarme de esos atardeceres donde en su día se decía que era el fin del mundo y se acababa todo,cosa que posteriormente se demostró que no era cierto.




En esta ocasion el camino realizado ha sido el Camino Sanabrés empezando en la preciosa capital castellana de Zamora de la que dicen " El que va a Zamora dos veces llora" por la magnitud de su belleza.De ahí por donde pasa la Vía de la Plata se desvía un ramal hacia la provincia de Ourense (Camino Sanabrés) mientras que si sigues hacia el Norte continua  la Vía de la Plata que llega hasta Astorga enlazando ya con el archiconocido Camino de Santiago Francés que es el que más gente suele hacer por ser el más importante.




Tras coger la desviación en La granja de Moreruela ya rodamos sobre el camino Sanabrés que continua por la provincia de Zamora,después pasa por las provincias de Ourense y Pontevedra para entrar en A Coruña y llegar a Santiago.

6 etapas nos llevo dicho trazado pero aun no podiamos irnos sin llegar a Finisterre ya que el que no llega a Finisterre realmente no ha terminado el camino de Santiago totalmente y los 90 kilometros restantes hasta Finisterre desde Santiago son duros pero preciosos encontrándote la inmensidad del Océano de cara hasta llegar a ese Faro mítico que pone punto final al continente europeo.El faro de Finisterre emergiendo en todo lo alto.

Aqui dejo el enlace del track total realizado por dos cicloviajeros  Angel Soriano y Juan Gómez en una travesía de 7 etapas y unos 550 kms por esos campos de Castilla Surcando caminos con leyenda e historia.

En mi perfil de Wikiloc Juanroutard esta detallado por etapas tambien (7 etapas desglosadas)

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=14556894



"Recuerda que la unica huella que has de dejar en el camino es la de tus pasos!"


No podia terminar este post sin hacer referencia a un gran periodista de nuestro pais Carlos Herrera del cual hace un tiempo leí este articulo referente al camino de Santiago que me llamó mucho la atención por lo bien que nos lo hace ver y como esos adjetivos que son las armas más valoradas en un escritor y periodista nos llevan a recorrer el camino a través de sus palabras.Los que hemos tenido la fortuna de poder realizarlo sabemos a lo que se refieren estas palabras acerca del camino y los que aun no han tenido la oportunidad caminen sobre estas palabras y al menos podréis por unos momentos disfrutar de la magia del camino que está en simplemente eso en "EL CAMINO".


Quien vaya a hacer el camino
Quien quiera hacer el Camino de Santiago debe saber varias cosas: que hay que ir bien calzado, que el peso de la mochila no debe sobrepasar los ocho kilos, que hay diferentes rutas aunque todas lleven al mismo sitio, que la gente ronca en los albergues, que hay que echar a andar antes de que amanezca, que no es necesario programarse etapas inacabables, que el sol te da de espaldas, que es mejor ir solo que mal acompañado, que en año jacobeo camina el doble de gente y que si es verano pasarán un calor considerable. Quien quiera hacerlo por primera vez que entrene durante un par de semanas con el calzado que piensa llevar y que sepa que se apresta a enfilar un desfiladero emocionante en el que se sorprenderá de lo mucho que es capaz de andar. Que sepa también que el Camino es un corto viaje por las soledades, por los campos ensabanados de amarillo, por los regatos y desfiladeros que se alternan con senderos boscosos y pistas inacabables de grava y arena, por tierras que abruman por el mercurio denso de su pasado, por paraísos del románico más inesperado, por el gótico sobrio de las citas catedralicias, por el rostro acogedor de sus lugareños y por trigales persistentes y auroras inciertas.
Quien vaya a hacer el Camino debe saber que le esperan serenatas de viento y musgo, mariposas en las cunetas, alondras en los sembrados, el olor de la piedra umbría, el primer aroma de la hiniesta, ese vaho de nostalgia que esconden secretamente las higueras, la promesa de vino entre las vides, el canto mañanero de los mirlos y el compás dormido en el perezoso despertar de los pueblos. Quien ahora mismo empiece a sentir las incontrolables ganas de echarse a caminar debe empezar a familiarizarse con los nombres que serán para siempre memoria sentimental: Roncesvalles, El Perdón, Viana, Mostelares, Frómista, Cruz de Hierro... En El Cebreiro encontrará el humedal de piedra donde Galicia le abre la puerta al aire para que vaya pasando y se haga bruma; en Castrillo de Polvazares, la sabia mezcla de arcilla y ramaje que parece sacada de un paisaje sirio; en Sahagún, el foco primitivo del más puro arte mudéjar; en León –las gemas del Cáliz de Doña Urraca–, la explicación de que la historia común de España nace antes de que dos reyes yacieran juntos una noche.
Quien vaya a hacer el Camino cruzará robledales, un puñado de carvallos, filos de corredoiras donde apacentan ganado, frondas y canales de regadío, chopos, álamos, mesetas. Entre la gloria y uno ya sólo habrá piedra, vieja piedra compostelana y esa fina lluvia, tan de lágrimas, que acaba verdeando los rostros demudados de los caminantes. El Camino nos lleva desde los eucaliptales perdidos en llanuras inacabables hasta la azotea de un alto edificio verde al que no se sube sin dolor y que, al llegar, regala un festín reconfortante de agua pulverizada.
Quien este verano se cuelgue una mochila y una medalla y eche a andar debe saber que hay una extraña voz interior que te dice «¡camina!» cuando más desfallecido estás, que la senda está poblada de tipos que llegan de los lugares más remotos del mundo sin que uno entienda qué los ha traído hasta aquí, tipos que caminan sin descanso y sin dar explicaciones, que arrastran el misterio como arrastran los pies, que llevados por el arrullo gregoriano hasta Samos llegan a Sarria y estiran el cuello porque creen poder ver Santiago y al apóstol de anchas espaldas que espera el abrazo. Si, como ellos, ya han decidido salir, si van a caminar mirando hacia los adentros de uno, si van a pisar la asombrosa España de ríos y fuentes, de cardos y perdices, de espigas y lanas, de vino y promesas, sepan que han tomado la decisión correcta. Nunca nada será igual y, año tras año, contarán los días que les quedan para volver a explorar la espesura más desconocida de todo universo: uno mismo. Feliz Camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario